Supe la última...Micky Mouse creció y se convirtió en una vaca.
Suele pasar.
Era un proyecto tan bello que terminó en un lamentable resultado.
Como cuando eras niño y te preparabas toda una noche, mentalmente, para realizar un gran partido de fútbol; y luego, el absoluto desastre, la humillación total, una paliza de 11 a 0, tu padre mirando desde la gradería.
Tus amigos hechos pedazos a patadas, sudorosos y tristes; y tu ... perdido en el camarín buscando una explicación.
Es verdad, Micky Mouse creció y se convirtió en una lamentable vaca.
Pero cuidado, que esa vaca aún puede dar unos buenos golpes de lujo.
Ese maldito partido de fútbol se puede revertir.
Y tus pequeños amigos todavía pueden revivir y sobrevivir felices... cueste lo que cueste.
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