Thursday, December 14, 2006

QUE ES LO REALMENTE NUESTRO???

Mírate frente al espejo químico
y revisa cada herida.

¿Cuantos de tus dolores son realmente tuyos?

Aveces las penas y los dolores son de otros y te los pegan
como extraños virus.

Muchas de tus ideas no son tuyas.
Fueron instaladas ahí para que otros se liberaran de cargarlas.

Muchas de tus obsesiones no son tuyas.
Te las contagiaron. Personas que no podían cargarlas solas y las compartieron contigo.

Una extraña química de sentimientos.
Extraños mecanismos de luces y sombras, de neurotrasmisores etéreos, de saliva invisible y magnetismos sin corpus.

Malignos fantasmas recorren las relaciones entre los seres humanos
sin percepción no hay conciencia.

Es la química de lo no visible.

Pero cuanto de todo esto es tuyo.

Revisa cada herida mirala de frente no es un azar que este ahí
no fue construida fortuitamente.

Pero es realmente tuya, mira su color, su sabor, su textura, mira lo profunda
y abismantemente enraizada que está.

Es un gigantesco entramado que comienza en tu corazón y termina en una pierna, en un punto de tu pecho.
Una planta maligna oscura y sufriente.

Pero recuerda no es tuya

Creció el día que renunciante a tus afectos, a tu liberación.
Tus afectos son la conección con el mundo todo lo demás es ajeno.
Concéntrate en ellos que fluyan sin que los manejes.

Obsérvalos ellos te guiarán.

Renuncio a lo que no es mío, a obsesiones ajenas, a temores prestados, a terrores implantados,
a todo aquello que mi corazón no sea capaz de reconocer como suyo.
Renuncio a la culpa.
Escupo delicadamente a todas las furias que mis ojos no sientan suyos
Renuncio a todas las obsesiones prestados por gente confundida.

Estoy en pie de guerra frente a todas mis heridas y ganaré.
Un aleteo de pájaros multicolores coronan mis oídos
La sabia savia está en mi... humilde y poderosa.

2 comments:

Q said...

Más que la herida, lo que me asombra es que la cicatriz trata de imitar lo original... pero nunca lo logra... y eso se nota. Con respecto al ese niño... uf, me dejó para adentro... pero su mamá tenía una mirada serena y se sonrió. Los equilibrios extraños de la vida.

Yvette Reydet Saieh said...

Claudio, es verdad que muchas de nuestras heridas y nuestros temores son ajenos, lamnetablemente cuando te desprendes de todo eso y quedan aquellos dolores que si son tuyos, tan tuyos que sólo habitan en tu corazón y nadie más los conoce, es ahí que te das cuenta que no importa cuanto tiempo pase, no importa que hayas creído que todo pasó, porque cuando te ves enfrentado a la dura realidad de tus sentimientos, sabes por fín que sólo depende de ti curar ese dolor.

En fin, no es tan bajoneante como se lee pero es.

Bien observador tu!!! efectívamente saqué la foto justo de la terraza de un edificio ubicado en mc iver con merced.

Un abrazo y te sigo leyendo

Yve