EL DELICADO ESTADO DE LAS COSAS

Siempre quise decir esto,
hablar del delicado estado de las cosas
el delicado estado de las almas.

Alejarme de cualquier cosa que interfiriera.
Ideas extrañas.
Un tipo con muchos conocimientos.
Un libro lleno de letritas.

En américa se aprobó la tortura.
Acá condenamos un valle a la muerte
Vendemos el agua
Te suena Pascua Lama?

En la esquina de mi ventana
una chica se regala por 10.000 pesos.

Donde estuvimos todos?
Tengo la culpa de ser hombre?

Esta bién nena, desaparecí de la mesa del bar
yo me lo perdí...
yo me lo perdí...

Cientos de enanitos de televisión me hablan de la muerte
y extraños signos se ven dibujados en sus rostros.

Donde mierda te fuiste?
Donde me fuí yo?

Querido padre Rodrigo

Qué duele más en la vida?
un martillazo de reloj?
o un teléfono muerto para siempre?

Que duele más?
Perder un trozo de carne
dispuesta a todo
o verte a ti mismo rogar por que el teléfono conteste?

Superman tiene la peor de todas penas
porque sabe que hay algo en él que nunca fue de acero.

Y esos estúpidos infantes
recorriendo el camino al infierno
ese del que tanto sabemos

tu y yo

camínenlo
chúpenlo
bébanlo
aspírenlo
sacúdanlo en sus pieles


Quisiera saber si después de toda esa caminata
pueden terminar tan bueno como yo.

No creo más en los que no tengan su maleta de fracasos casi llena
no creo más en los que tengan su aliento limpio y fresco
no creo más en los que recen de rodillas
no creo más en los que no tengan que llenar su cuerpo de calmantes
no creeré más en los que crean en la sonrisa de televisores.

no creo más en un número de teléfono portátil.

no creeré más en las noches de sexo fácil; si por ellas no tenga que pagar (jajajajajaja).

Sólo creeré en los que se despedazan y llevan la frente en alto
sólo escucharé esta estraña caja de tuercas rojas que late
que aún late.

Creeré en esa extraña marcha de latidos
que ni siquiera se puede escuchar.
Esa maldita marcha de tuercas rojas
que sonríe contra mi mismo
que sonríe contra todo

Como una ventana
como una mosca

Yo soy la mosca.

(el hablante lírico siempre se debe partir en mil voces)