TRINARES

En una rama del modesto arbol celeste uno de los pararillos habla :

- Quiero contarles algo. Anoche dormitaba en una rama, senti un escalofrio horrible abri mis ojos y vi , a solo unos metros, un gato acechando; toda mi sangre grito: El depredador absoluto, el depredador que toda mi sangre aborrece, odia y teme; mas recorde al angel y sus consejos.

En vez de huir me quede quieto y me concentre en el color azul, y con mis manos realice el sagrado bala mudra. Entonces cai en un espacio gigantesco de concetracion y pensamientos confusos. Conjeture que el pobre gato solo aspiraba a mi carne, era lo unico que queria de mi; el estaba en la cadena del deseo de no morir, en el karma de destrozar para vivir.

Millones de años de evolucion, el instinto, el cuerpo y el alma gritan deseperadas, HUYE, SALVATE , cumple el proposito superior.
El deseo de la creacion.

Mas una contraparte interna, serena y calmada, dijo :
QUEDATE , arrancale los ojos al gato, PELEA. No cumplas lo que la bestia creadora dispuso en millones de años de degradante evolucion.

Un terrible conflicto desperto en mi interior, una me impelia a la huida y otra me impulsaba al desafio. Fue entonces cuando en una locura absoluta cerre mis ojos y extendi mis alas en gesto Bala Mudra y me lance contra el gato.

Este confundio cayo de la rama y me lance contra el en picada para sacarles los ojos, y creanme hermanos a mi lado vi al angel terrible que blandia su flamigera lanza y sonreia gustoso. Pero el gato corria a las sombras y no pude seguirlo.