Haciendo el ejercicio de la sombra china nuevamente pero con todo el cuerpo.
Frente a la muralla.
Guantes prestos, músculos tensos, quizás,
talvez, algo de barriga.
NAIDEN es perfecto.
El tema sigue siendo las relaciones entre la vida y el box, yo modestamente un buen SPARRING.
Los que disputan el campeonato ensayan con uno.
Pagarán bien, pero uno solo puede ahorra dinero para calmantes y desinflamatorios.
Lo peor es la soberbia de quienes piden tus servicios.
Uno tiene prohibido,recalco prohibido, partirles la madre; finalmente la puta estrella son ellos...Uno sólo es el Saprring.
Acaso alguien sabe las veces que sus putos campeoncitos han caido ante nuestro pies?????
Nadie.
Obligados a guardar silencio.
No hay prisas. Soy un Sparring Profesional
Se esquivar buenos puñetazos
Se mover los pies
Guardo la respiración.
Miro la soberbia bailotear frente a mi narizota; aveces, solo aveces
doy un buen puñetazo de esos tan bien puesto que el campeoncito recibe
aterrorizado.
-Basta por hoy, me duele la cabecita; tengo que ir a firmar autografos.
Y el muy puto, lo he visto, en el silencio de su camarín se soba las costillas casi fracturadas.
Cuando eso ocurre, y cuando salimos de los gimnasios, ellos se acercan a uno y te dicen:
-Bien loco, que buen trabajo hicimos hoy, eres un gran profesional.
Y uno responde, no sin recagarse de risa por dentro:
-Cuidado campeón (se recalca siempre la palabra campeon), sube tu guardia izquierda; por ahi estas mal.
EL acuerdo secreto es que el sabe que lo que digo es verdad y nada puede decir.
El acuerdo oficial es que ya no te llamarán nuevamente, no se mueve con tanta rapidez como lo necesitamos, argumentarán mentirosamente.
El tema final es que nuestro campeón se va, con un conjunto de costillas malogradas; por un caminito iluminado de golpecitos en la espalda y contratos millonarios.
El Sparring cobra lo suyo y se va al bar , un BAR SOLO SPARRINGS, pide su cerveza y la toma solo en la oscuridad.
Rodeado de colegas.
Encienden el televisor en el canal de boxeadores profesionales.
Y vemos los shows de nuestros campeones.
Una sonrisa de risa, RISA, les da a todos en el bar, cuando en pantallas aparecen los campeoncitos, con risas impecables y trajecitos blancos.
Pero ,oh sorpresa, cuando los chicos giran a su lado izquierdo, o al derecho, o mueven su brazo; una leve mueca, de mortal dolor, aparece imperceptible en sus perfectos rostros de pungas arreglados.
Y eso, eso vale todo el oro del mundo.
Y se arma una pequeña fiesta en el bar de los Sparrings, donde leemos poesía, resolvemos cálculos cuáticos, jugamos ajedrez, discutimos Wittgenstein, releemos y críticamos a ese otro Buen Sparring español llamado Leopoldo Maria Panero, que grande es Panero.
Cosas, para pasar el rato que realizamos los Sparrings Profesionales.
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